NEGATIVO.

General

Al cabo de una larga jornada de negociaciones (algunas, según un rumor que circula, con demandas de entre 8 y 15 millones por senador) la votación del proyecto sobre retenciones, terminó empatado en 36  votos. O goles. Por lo que hubo que ir a los penales.  Luego de pedir un cuarto intermedio para negociar (o para zafar de la responsabilidad) el señor vicepresidente Julio Cobos no tuvo más remedio que aceptar lo que le ofrecían y votar.  Jugando a una micro-Fidel ensayó un timorato: “La historia me juzgará”. Ya está juzgado. Pateó el penal contra el propio arco. Y con buena puntería.  El problema es que si actuó honestamente, nadie le va a creer. Y si actuó movido por sus convicciones (?), defraudó a quienes en su momento lo bendijeron con una vicepresidencia para la cual no había hecho ningún mérito demostrable. Una forma muy curiosa de parte de este radical K, de manifestar su condición K. La deslealtad vestida de convicción. Impresionante. Y la ignorancia de los cronistas y conductores de TN en materia de ¦1¦, patética. Salvo que haya planificación. Impresionante la manera de no saber cosas básicas, como que un proyecto tratado en el congreso y rechazado por una de las cámaras, no puede ser tratado hasta el siguiente período ordinario. A partir de un comentario que les había hecho un constitucionalista, agregaron (inducidos por el supuesto cocnstitucionalista) que "ahora la presidenta está obligada a derogar la Resolución 125", dijeron. En ese contexto, parece que estuviera obligada por la constitución, cuando no es así. La única obligación que puede tener es política, no jurídica. Pero, como siempre ocurre, no hay como editar dos pedazos de verdad para hacer una mentira completa. Todo sigue. La puja estratégica continúa. Se esperan los buenos sreflejos políticos de Kirchner.